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miércoles, 20 de marzo de 2019

                    Radiación y evolución



Cuando la Tierra se formó, hace aproximadamente 4,5 mil millones de años, el nivel de radiación era aproximadamente tres veces mayor que el actual. Esto demuestra que la radiación no es incompatible con la vida. Esta interpretación se ve reforzada por el hecho de que el nivel de radiación en todo el mundo varía considerablemente, alrededor de un factor 10, aunque algunas zonas presentan un valor hasta 100 veces superior que la media. ¿Son las personas que viven en estas regiones de radiación natural elevada menos sanas que el resto de nosotros, más susceptibles a las infecciones, o tienen una esperanza de vida más corta? La respuesta es no. Así que el nivel de radiación natural puede variar hasta en un orden de magnitud sin consecuencias aparentes para los seres humanos.

Mapa donde se muestran los niveles de radiación natural en varios lugares de todo el mundo. Créditos: S.M.J. Mortazavi / Fundación para Investigación Sanitaria, Kioto, Japón.
¿Nos dice algo el hecho de que seamos insensibles a estas grandes variaciones de la radiación natural de fondo? Pensemos un poco.

¿Tardas mucho en reaccionar cuando un coche se dirige hacia ti? Por supuesto que no, porque si tu reacción no fuese rápida tu vida estaría en peligro. Tu vista y la transmisión rápida de las señales correspondientes a su cerebro son de suma importancia para su supervivencia. Lo mismo puede decirse de nuestros sentidos del oído, el olfato o el gusto (de lo contrario podríamos, por ejemplo, comer alimentos en mal estado y enfermar).
Cuando se dan cambios en la temperatura de tan sólo un 20% a partir de 300 K (la llamada "temperatura ambiente") hace demasiado frío o demasiado calor, lo cual pone nuestra vida en peligro, y por lo tanto debemos ser capaces de sentir dichas variaciones de temperatura. Por eso la evolución ha equipado a la humanidad con la capacidad de detectar cambios muy pequeños de temperatura, del orden de alrededor de 2 grados, es decir, menos de 1% de la temperatura ambiente.
El nivel de radiación natural no puede sólo variar en un 20%, sino en hasta 1000% y no influir en nuestra vida. ¿Por qué no estamos equipados con un sentido sensible a la radiación nuclear? El hecho de que no sintamos esta radiación podría ser la mejor indicación de que, en condiciones normales, la radiación nuclear como tal no es perjudicial. Por otro lado, ¿por qué debería la radiación nuclear, que es simplemente una fuente de energía más, ser peligrosa para el proceso de la evolución, cuando todas las otras fuentes de energía son de utilidad en el desarrollo de los organismos?

http://nupex.eu/index.php?g=textcontent/nuclearapplications/benefitsandrisks&lang=es



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